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OPINIÓN
En sólo 10 años, Atlético San Martín pasó de ser el
club modelo de Mendoza, a ser el “hazmerreír” del fútbol provincial. Hoy se encuentra con la soga al cuello en el Argentino B, cuarta categoría del fútbol argentino, y esperando el milagro que lo haga permanecer en la misma.
Malas decisiones dirigenciales (elecciones de DT, falta de proyectos en inferiores, un grupo de apoyo que abandonó inesperadamente el club, un supuesto partido arreglado, jugadores que nunca rindieron, gastos excesivos en lo económico en cuanto al armado de planteles y más), sumado a un pobre desempeño futbolístico en los últimos años, llevaron
a que San Martín perdiera el prestigio y el lugar ganado a mediados del siglo XX, cuando
peleaba de igual a igual con los grandes equipos de todo el país por un lugar en
primera división.
Las nueve temporadas consecutivas en la B
Nacional, con chances de ascenso y jugando de igual a igual con todos, los grandes clásicos con Independiente, Godoy Cruz y San Martín de
San Juan, todo ha quedado en el olvido. Ahora sólo forma parte de la historia grande del club. Un pasado que cuesta creer que volverá a suceder.
En la actualidad, en este 2013, los del Este están en un tobogán que parece no tener fin. Se encuentra último en su zona en la cuarta división del fútbol nacional y a un paso de volver al amateurismo y mediocridad del fútbol de nuestra provincia. Carlos Roldán, quien fuera hace 10 años el DT que estuvo cerca de ascenderlo a Primera División, llegó tras la salida de Domizi para intentar cambiar la situación actual del club pero es muy complicado. Sólo quedan cinco fechas para obtener un milagro.
En la actualidad, en este 2013, los del Este están en un tobogán que parece no tener fin. Se encuentra último en su zona en la cuarta división del fútbol nacional y a un paso de volver al amateurismo y mediocridad del fútbol de nuestra provincia. Carlos Roldán, quien fuera hace 10 años el DT que estuvo cerca de ascenderlo a Primera División, llegó tras la salida de Domizi para intentar cambiar la situación actual del club pero es muy complicado. Sólo quedan cinco fechas para obtener un milagro.
Es por todo esto que será momento de hacer una fuerte
autocrítica y que levanten la mano
los culpables que hicieron que San Martín, en una década, perdiera 86 años de
una maravillosa historia.