“Es muy lindo, muy emocionante, a uno se le pasan un montón de cosas en la cabeza. Acá he venido a ver a mí padre, incluso jugando para Independiente me he encontrado con Giufredi en Mar del Plata y siempre hablando del Centro Deportivo, recuerdo a mi tío Pedro, que también jugo acá, a mi hermano. Son recuerdos muy lindos que han quedado en mi corazón, contento de estar acá en mi pueblo”. resaltó.
Ya sobre qué puede aportar con su llegada al club, agregó: “Siempre sumando. Los chicos son un grupo muy unido, muy humilde, son trabajadores, hasta incluso llegan de trabajar y sobre la hora se entrenan lo más normal. Yo también voy a aprender de ellos y a tratar de enseñarles mi experiencia, compartir lo que más se pueda y disfrutar de ello, porque soy uno más".
Luego de un nuevo impasse en el fútbol y con 37 años, el oriundo de Rivadavia decide jugar en el club más representativo de dicho departamento, en la institución donde su padre, José Méndez Souza, fue uno de los grandes pilares de la historia: “Ojalá que mi viejo venga a verme un partido, mucho no le gusta porque se pone nervioso o por ahí una crítica en la tribuna de la gente, lo puede llegar a tomar a mal por cómo es él, pero esperemos que venga a verme el uruguayo un partido”, expresó.
La carrera de Jesús es brillante. Debutó con River Plate en el 2003, pasó por Olimpo de Bahía Blanca para sumar minutos, tuvo su experiencia en Europa vistiendo la camiseta del St. Gallen (Suiza), encontró su máximo nivel luego en Rosario Central, lo cual lo catapultó a Boca Juniors. Su camino profesional continuó por Independiente de Avellaneda, Toluca de México y Vélez Sarsfield.
En febrero de 2019 anunció formalmente su retiro de la actividad, luego de no ser tenido en cuenta por Gabriel Heinze en el Fortín. Sin embargo, en diciembre del mismo año acordó jugar el Torneo Federal A con el Deportivo Maipú y tras el parate por la pandemia, subió de categoría para vestir los colores de Independiente Rivadavia.
“El fútbol me dio muchas cosas, soy un agradecido, pero no es fácil ser futbolista, te tenés que cuidar, tenés que tener conducta, uno vive para el fútbol, quita un montón de cosas estar lejos de tu casa, estar con tus papas, con tus hermanos. Es dura como toda profesión que tiene sus pro y sus contras, pero antes el futbol era todo para mí, hoy no tanto, porque después que murió mi hermano empecé a tomar la vida de otra manera, creo que no sólo el fútbol es todo en la vida ,hay cosas más importantes”, sentenció Jesús.
Las palabras del presidente del club, Carlos Flores
“La verdad que era algo que pensábamos que no se podía dar y gracias a Dios se dio, porque él quiso obviamente. Estamos muy felices, muy contentos de su llegada y de todo lo que es el presente que estamos viviendo. Jesús es una gran persona, un gran tipo que va a aportar experiencia, él desde ya en los entrenamientos permanentemente está charlando con sus compañeros y les está contando cosas de su vida, nos aporta un montón de situaciones en lo personal y en lo deportivo. Es un tipo de bien”, opinó.
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