@HugoVidela1
Fotos: Internet
FÚTBOL - TENIS
Nacido en Buenos Aires, pero un rivadaviense por adopción, Hernán Schillaci lleva más de un año trabajando en Centroamérica, con trabajos de preparación física en tenis y fútbol.
“Estoy en Honduras desde febrero del año pasado, hacen siete años que me venían ofreciendo trabajo con una academia de tenis. Finalmente al año pasado me convencieron, me sedijo la propuesta y vine a trabajar acá”, expresó Schillaci en el programa Antes de ver el sol.
Además de ser instructor de tenis, Hernán es preparador físico y consiguió un lazo importante para llegar a un equipo de fútbol en Honduras: “Luego conocí a Héctor Vargas, exfutbolista argentino que está trabajando como entrenador en Marathón, uno equipo de fútbol de primera división. Nos hicimos amigos y me ofreció trabajo como preparador físico de la reserva, aunque también he hecho trabajos con la primera. Estuve en dos torneos y medio antes de la pandemia, en el primero llegamos a semifinales y en el segundo salimos campeones. El tercer torneo ha quedado suspendido”.
Siguiendo con su tarea en Marathón, deslizó: “Este año arrancamos con un proyecto muy interesante, que tiene que ver con 22 jugadores que entrenamos por las tardes, chicos entre 14 y 16 años. La idea es trabajarlos para que sean próximamente jugadores de reserva y que lleguen con todas las herramientas a primera división”.
Finalmente y hablando de tenis, un deporte que estaría cerca de volver a la acción con medidas de prevención estrictas (como por ejemplo pelotas personalizadas, distancia de dos metros entre espectador y utilización de barbijos para los pasapelotas), Hernán opinó: “En el tenis, hay que entender que es un deporte prácticamente sin contacto, entonces se podría jugar. El gran problema es la pelota. Creo que la única opción para que vuelva el tenis o cualquier deporte, es sin asistencia de público. Vamos a tener que aprender a vivir con el virus en todos los ámbitos, porque no podemos estar 30 días más sin producir nada. El virus no se va a ir de un día para el otro, hay que buscarle la vuelta para convivir con él”.
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